¿Qué es lo que me proporciona alegría?

Es martes 29 de octubre. Son las 7.35 a.m. Estoy sentada en una silla junto a la ventana. Hace poco decidí improvisar este pequeño rincón creativo en casa.

Encontrar nuevos lugares para escribir me proporciona perspectivas diferentes. Junto a mí hay una mesita con una vela de ruda y romero encendida. Afuera el sol brilla y algunas nubes dispersas visten el cielo. En el alféizar de la ventana reposa mi taza de té verde.

Ayer cuando llegué a casa tras salir a dar un paseo me hice la siguiente pregunta y la escribí en mi libreta: ¿qué es lo que me proporciona alegría?.

De repente, las palabras comenzaron a brotar con total determinación. Nacieron de un saber inherente en mí.

Las respuestas ya están ahí

Lo que más me gusta de la escritura es que, si nos permitimos crear espacio y ser completamente honest@s, la información que estamos buscando se presenta y la podemos ver y tocar.

Posteriormente me planteé dos cuestiones más:

  • ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste nutrid@ de verdad?

  • ¿Cuándo fue la última vez que sentiste que tu taza estaba completamente llena?

Las respuestas, en este caso, son claros indicadores de cuándo fue la última vez que me permití enfocarme en lo que me proporciona alegría.

En muchas ocasiones, cuando me siento perdida se debe a que descuidé y no prioricé lo que me hace feliz y me nutre en mi vida.

El equilibrio entre ser y hacer

Esta mañana anoté cuáles son las acciones que quiero llevar a cabo esta semana para sustentar el ser y el hacer.

Personalmente siento que necesito ambos para sentirme centrada y enraizada: el hacer me proporciona propósito de movimiento y creación. El ser me permite atender las partes de mí que requieren descanso, cuidado y suavidad.

Aventuras que nutren

Después apunté cuáles son las pequeñas citas conmigo que puedo integrar a lo largo de esta semana que sé que van a avivar esa alegría.

Estas aventuras a solas dan chispa a mis días y me emocionan. Alimentan mis ganas de vivir.

Me motivan a continuar en mi camino y a moverme con confianza a pesar de las dificultades u obstáculos que pueda estar atravesando. Me permiten despejarme, encontrar motivación y, muchas veces, soluciones e ideas inspiradas surgen sin tener que esforzarme.

La belleza de la simplicidad

Lo que he aprendido con el paso del tiempo es que nutrirnos y cuidarnos no tiene que ser algo extravagante, extremo, complicado o costoso.

Cuando los actos de nutrición son accesibles se convierten en refugios que podemos crear y encontrar en nosotr@s mismas, en nuestros hogares, en nuestro entorno y en lo cotidiano.

Esos espacios y acciones de autocuidado son gotas que crean un bálsamo que va nutriendo las partes de nosotr@s que requieren más sostén, suavidad y amor.

¿Qué es lo que te proporciona alegría?

¿También creas pequeñas citas o momentos contigo a lo largo de la semana para nutrirte?

Me encantaría que me cuentes. Te leo.

Un abrazo,

Almudena

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